Underhill: La Casa Cueva de Nueva Zelanda que parece sacada de las novelas de J. R. R. Tolkien

La propietaria de este hogar, Jessie Moon, está acostumbrada a que la gente haga referencia a ‘El Hobbit’ cada vez que ven a Underhill. Y es difícil no establecer similitudes. Hablamos de una pequeña cabaña construida en la ladera de una colina con un estanque idílico, un puente en arco y un embarcadero. Incluso está ubicado en el corazón del país Hobbit (Nueva Zelanda).

Pero esta labor de años de amor y esfuerzo fue creada mucho antes de que Peter Jackson (el director de ‘El Señor de los Anillos’) diera vida a Hobbiton.

Fue el difunto padre de Jessie, Graham Hannah, a quien se le ocurrió la idea, inspirado por las casas construidas en las laderas de las colinas con las que se cruzó de mochilero por Oriente Medio. Cuando finalmente se instaló en una granja en Waikato y vio que tenía la colina perfecta para tal cabaña, no pudo resistirse a hacer una propia.

“Era un hombre de ideas”, dice Jessie. “Solía contárselo a mis amigos y ellos pensaban que papá y yo estábamos absolutamente locos”.

Los fines de semana de la infancia de Jessie se pasaron en el sitio con Graham, planeando cómo todo se uniría. Cuando era adolescente vio cómo se construía. “Papá me llamaba y me decía, ‘¿recuerdas cuando estábamos sentados aquí soñando esto?'”

Se celebraron muchas cenas familiares en la cabaña, la estufa de carbón cocinaba lentamente un asado. Más tarde, Jessie y su esposo Craig tuvieron la recepción de su boda allí, y ahora sus tres hijos juegan en la “cueva de papá”. Pero era un lugar demasiado especial para simplemente mantenerse para ellos mismos, por lo que, con el apoyo de Graham, lo abrieron a los invitados.

Fue creado con amor: papá era un organizador de eventos y tenía muchos amigos geniales en diferentes oficios. Les dijo a sus amigos lo que iba a hacer y todos se unieron y poco a poco su sueño se hizo realidad. Cada detalle tiene una pequeña historia detrás, hasta las bisagras que hizo un amigo herrero viajero.

No hay electricidad: pero hay muchas velas. Por la noche es muy agradable sentarse afuera, ver la puesta de sol detrás de la cabaña y ver todas las velas encendidas adentro. Hay una estufa de carbón y barbacoa para cocinar. A la gente le encanta no tener electricidad.

Cuando la gente visita: se relajan y se desconectan. En verano, todo el mundo está siempre al aire libre bajo los hermosos sauces viejos leyendo un libro o bebiendo una copa de vino. El baño al aire libre es simplemente increíble por la noche para tumbarse y mirar la luna.

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